En sus últimas presentaciones bajo la gira de “Pesados Vestigios”La Renga regresó a la ciudad de Rosario para ofrecer dos conciertos multitudinarios en el estadio de Newell’s Old Boys.

Con más de 35 mil personas, La Renga brindó el primero de sus dos shows anunciados para despedir su último disco. No lo hizo, sin antes, atravesar situaciones inciertas como la negativa de la municipalidad para habilitar el hipódromo local y negociar con los estadios de Rosario Central y Newell’s, el venue elegido finalmente, tras tres años sin actuaciones en la ciudad.

En lo escénico, el grupo desplegó toda su organización habitual, un escenario de más de 80 metros y grandes telones aerografiados especialmente para estos conciertos, que representaban tuberías, fluidos, válvulas y conductos de energía nuclear. Un pulpo inflable por detrás de la batería completaba la escena apocalíptica donde el grupo brilló con sostenida potencia.

Mientras caía la tarde, los créditos locales La SemillaSoñadores y Julián Miretto fueron amenizando la espera. Las avenidas aledañas al parque era un corredor con rumbo fijo al estadio Marcelo Bielsa, que cerca de las 20hs ya lucía colmado en gran parte de sus tribunas y el campo. Dos horas después, fue el momento de la música. Con el estadio a oscuras, “Tripa y corazón” hizo vibrar a toda la cancha. “A la carga mi rocanrol” y “El twist del pibe” no detuvieron esa marcha infernal. El público ya ovacionaba a La Renga y el concierto recién daba su comienzo.

Esa vibración también se apreció en los edificios cercanos al Parque de la Independencia, donde llamados telefónicos al 911 alertaron de movimientos sísmicos provocados probablemente por el sonido y el festejo del público. Este suceso tuvo amplia repercusión en medios y réplica en redes sociales.

Regresando a lo musical, el concierto visitó canciones de todas las épocas con algunas versiones valiosas: “Blues Cardíaco” con una introducción de vientos épica, “Mujer del Caleidoscopio” que volvió a sonar después de 6 años y el rocanrol primitivo de “Córtala y olvidala” muy celebrada por los más apasionados.

Por supuesto el ala combativa de canciones estuvo presente. “El hombre de la estrella” celebrando a la ciudad que vio nacer al líder revolucionario, “Ser Yo” una declaración de principios en tiempos difíciles y “Hielasangre”, un tema de contención ante contextos represivos.

En el concierto de despedida, el jueves 24, hubo una sensible baja en la concurrencia de todos modos unas 20 mil personas disfrutaron de un ultimo show. En el estadio se hizo presente en sector de camarines Sergio Maldonado, hermano del joven muerto tras una protesta en Chubut. Allí recibió el apoyo expreso de Gustavo Nápoli en el pedido de justicia por el caso Santiago Maldonado. “En los peores momentos escuchaba la voz de Chizzo. En Huracán, él sin saber me dedicaba el tema que yo escuchaba” tras ese encuentro relató Sergio. Ya en el concierto le dedicaron “El viento que todo empuja” luego de una anécdota que supo contar.

En el concierto se destacaron la participación de Pancho Chevez en armónica para “Balada del diablo y la muerte”“Reíte” otra canción de luchas y “El rito de los corazones sangrando” un hit que golpea al pecho de los primeros seguidores.

Luego de estas presentaciones, para el grupo llegó el tiempo de un párate. Vendrá el momento de componer y registrar las canciones de un próximo disco, que posiblemente vea la luz a fin de año.