En un país atravesado por la situación política y un nuevo rumbo en lo social-económico, La Renga despidió el año en el Estadio Mundialista de Mar del Plata ante más de 40 mil personas. Habían pasado algo más de 6 años, desde que el grupo no albergaba un show de estadio de fútbol (el último fue el 30 de abril de 2009, en el Estadio Único de La Plata). La ciudad balnearia y turística recibió a los viajeros con un día calmo con el sol asomándose de a ratos, ideal para pasear por la playa o visitar el parque Camet donde se apostaron muchos rengos a la tradicional previa.
Pasadas las 19hs, la Av. Juan B. Justo se convirtió en una procesión de micros interminables y fanáticos en caminata buscando llegar alrededor del estadio. Una celosa custodia de la policía marplatense, con fuerzas de choque y caballos achicaban el acceso, pero Los mismos de siempre sólo tenían ánimos de fiesta. A esa hora La Rústica animaba a puro rock and roll a una multitud, y pasadas las 20, Larry Zabala y su voz áspera brindaba un verdadero concierto de heavy metal. Más tarde agradecía a su amigo Tanque Iglesias, compañeros en Nepal (1987).
Una vez caída la tarde y llegado el anochecer, el mundialista estaba repleto. La gente buscaba mejores posiciones en la platea y el campo era un mar de gente. Un drone tomaba fotos desde el cielo que lucía ya despejado. Entonces las luces se apagaron y comenzó la fiesta: las postales de Pesados Vestigios ardían en las 4 pantallas y La Renga a pura distorsión pisaba fuerte el escenario. “Corazón Fugitivo” fue coreado incesantemente, hasta en su solo de guitarra. Un breve salto en el sonido sería la muestra de la noche.
“A la carga mi rockanroll” salió al toque y también con algunos inconvenientes. Chizzo Nápoli saludó y se disculpó: “Tuvimos un inconveniente. Como ocurre siempre, entre tanta gente… la zapatilla se desenchufó. Estamos presentando acá Pesados Vestigios en Mar del Plata” fueron sus primeras palabras. Siguieron con “Atulado”, el estadio era un verdadero resorte que saltaba unánime. Hubo demoras, tratando de solucionar el error: el cableado del mangrullo al escenario no pudo ser enterrado y el pisoteo del público generaba algunos cortes.
Más clásicos del cancionero rengo pulsaban para recordar: “El twist del pibe”, “Día de Sol” y “Cuándo vendrán” sonaron enganchadas y con un invitado particular: Javier, de Caraza ensambló un telón donde pintó la leyenda “Tengamos un banquete en paz…”. La Renga principalmente en los años 90’s recurría a este tipo de montajes artísticos que iban más allá de lo musical. Llegó después “Mirada de acantilado”, uno de los cortes del disco con Tete Iglesias en los gritos y deambulando por todo el escenario. Las imágenes en pantalla de esta canción, luego se convirtieron en el nuevo clip de la banda.
Las historias épicas de la banda llegaron la mítica “En el Baldío” y relato sombrío de “Balada del diablo y la muerte”, atrás quedaron épocas de encendedores, esta vez se llenó de teléfonos encendidos. El viaje rockero continuaba con una declaración de principios en viejas y nuevas canciones: “Ser yo” y “Muy indignado”, con algunos baches en el sonido. Los problemas la salida del audio se acentuaron en “Las cosas que hace”: definitivamente se perdió el sonido y el grueso del público comenzó a corear la canción a capela y otros impacientes eligieron silbar, pero fueron los menos. La banda no lo podía advertir y continuó tocando arriba del escenario. Chizzo no pudo ocultar su fastidio: “¿Sale ahí? el sonidista hoy no cobra. Nosotros nos estamos matando tocando acá y no sale nada…”. Medio irónico, medio serio Chizzo relajaba el problema. La multitud se miraba entre sí, sorprendidos o con sonrisa cómplice.
“Tenemos a Las Cucarachas de Bronce que nos van a acompañar…” fue la presentación para la sesión de vientos que lidera Manuel Varela: con una intro circense fue el turno de “El circo romano” y pegado el hard rock “Motorock”. Otro de los puntos altos fue “Oscuro diamante”, una oda para quienes cómplices, se animaron a recorrer la ruta y reencontrarse: “Una huella invisible quisiera dejar y que nadie sepa que estuvimos acá…”. El solo de guitarra de Chizzo emocionó a todo el estadio Minella.
“¿Se escucha bien? masomenos…. hoy el sonidista no cobra, ¡pónete las pilas loco!”, fue otra vez la queja de Nápoli ante nuevos cortes en “Hielasangre”. La banda hizo una pausa para acomodarse y regresó con invitados: con Nacho Smilari salieron al ruedo “Panic show” y “Arte Infernal”, mientras que con Ale Kurz, el rockandroll de “Oportunidad oportuna”. El cierre, antes de los bises fue con “La razón que te demora”, otra clásica de la ruta. Algunos desprevenidos se despedían y otros esperaban más aún. Las apuestas sobre que canciones faltaban iban de la mano.
Regresaron al escenario con “Psilocybe mexicana” (el trío de vientos se lucía en lo alto del escenario), y sumaron dos canciones célebres desde Despedazado por mil partes: “El viento que todo empuja” y “El final es en donde partí”, donde Poleri otra vez era protagonista en las pantallas. Parecía que el show ya tenía su fin sellado, pero La Renga decidió dar un plus y recompensar el gesto del aguante, así fuera de lista salieron: “Al que he sangrado”, el hit apolítico de fines de los ’90s “El revelde” y el canto dedicado en contra de Monsanto “Canibalismo galáctico”. Toda una sorpresa.
Llego el momento del final y de las palabras de agradecimiento: “Esto fue todo amigos y amigas, la hemos pasado maravillosamente. Mil disculpas por el sonido que se ha cortado. Nos vamos a ir todos tranquilos y en paz, para tener un fin de año con todo…” fueron las palabras de Gustavo “Chizzo” Nápoli para el cierre con “Hablando de la libertad”. El estadio lentamente encendió sus luces y la gente se entregó a la celebración de un nuevo concierto. La Renga hizo su último acto de entrega repartiendo púas, palillos, remeras y demás suvenires. Desde el campo y la platea bajó un abrazo interminable entre amigos, contagiándose energía y fidelidad.
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Lista de Temas: Corazón fugitivo / A la carga mi rocanrol / A tu lado / Nómades / El twist del pibe / Día de sol / Cuándo vendrán / San Miguel / Mirada de acantilado / En el baldío / Sabes que / Balada del diablo y la muerte / Ser yo / Muy indignado / Las cosas que hace / Pole / El circo romano / Motorock / La furia de la bestia rock / Oscuro diamante / Hielasangre / Panic show / Arte infernal / Oportunidad oportuna / La razón que te demora — Psilocybe mexicana / El viento que todo empuja / El final es en donde partí / Al que he sangrado / El revelde / Canibalismo galáctico / Hablando de la libertad.